Shirley Vera Barreto: El sistema legal criminal también necesita perspectiva de género
El 3 de Mayo de 2022 un jurado de composición mayormente masculina (9 hombres y 3 mujeres), encontró culpable a Shirley Vera Barreto por el asesinato de su esposo, el policía retirado Alvin Quiñones Acevedo.
Esta mujer, de 32 años y madre de tres hijas, se expone a una condena máxima de 129 años de cárcel. Esto a pesar de que se alegó que Shirley actuó en legítima defensa ya que era víctima de un patrón de violencia doméstica. Incluso, se documentó que la mujer tenía diversos moretones, tanto nuevos como de más tiempo, al momento de su arresto. La lectura de sentencia será el 12 de mayo a las 2:00 p.m.
Que estos alegatos de maltrato aparenten haberse ignorado o subestimado en este juicio nos genera gran preocupación, ya que existen extensas investigaciones que reflejan el peligro y los miedos que enfrentan las personas víctimas de violencia doméstica que son parejas de algún integrante de la Policía.
Por ejemplo:
Miedo a pedir ayuda a la Policía pues la persona agresora es integrante de la Policía.
Miedo a buscar refugio pues la persona agresora conoce los refugios para víctimas de violencia doméstica.
Miedo a pedir su arresto pues los oficiales a cargo a menudo asumen un código de silencio e inacción que protege al policía acusado.
Miedo a que los vínculos entre la Policía y otras agencias puedan limitar la intervención. Por ejemplo, que los fiscales o jueces puedan estar reacios a creer que un oficial es un abusador,. La decisión del fiscal de proceder contra un agresor policial depende en gran medida de la cooperación, informes, investigación y recopilación de pruebas de la Policía.
Miedo a llevar el caso a corte pues es su palabra contra la de la víctima y él conoce bien el sistema de justicia criminal.
Miedo a perder credibilidad y protección en el futuro si los cargos se caen.
Miedo a que, si resulta en convicción de algún tipo, el agresor pueda recibir amonestaciones, perder el trabajo y tomar represalias contra la víctima por denunciar.
El entrenamiento policial puede reforzar las tácticas de maltrato. La capacitación especializada en investigación, vigilancia y uso de la fuerza acentúan las dinámicas de control en policías agresores haciéndoles más peligrosos.
Algunos de los abusos más comunes registrados en casos en donde el agresor es integrante de un cuerpo de la Policía son aplicar estrategias de poder y control a sus relaciones íntimas, pues el abuso no solo podría ser físico, sino también podría implicar aislamiento, interrogatorios, vigilancia, fabricación de casos y/o uso de armas.
En Kilómetro Cero hemos documentado y analizado extensamente la impunidad con que operan los agresores de género dentro de la Policía de Puerto Rico. Este análisis lo hemos basado en datos provistos por la propia Policía y la Oficina del Monitor Federal. La administración de la justicia le falla al País si no considera todas las realidades que coexisten en una alegación de delito cuando la persona involucrada es o fue un oficial del orden público.
Nuestro reclamo se sostiene, necesitamos una fiscalía especializada en crímenes perpetrados por agentes policiales del Estado para alcanzar procesos de justicia y reparación para sus víctimas.
Kilómetro 0 aspira a un Puerto Rico donde el Estado proteja la vida humana, las libertades y la dignidad en la búsqueda de la seguridad pública, para una sociedad más democrática y justa.
Parte de esta información la tomamos de http://www.abuseofpower.info/index.html