Ir a la Policía a denunciar la violencia de género sigue siendo un campo minado

En Puerto Rico, cada 7 días una mujer es asesinada. Desde el inicio de la pandemia, en Kilómetro Cero hemos reclamado que las emergencias y los encierros en casa pueden ser muy peligrosos para algunas personas, mayormente las mujeres vulnerables a la violencia de género. Según nuestro informe La persistencia de la indolencia: feminicidios en Puerto Rico 2014-2018, publicado hace justamente un año en colaboración con Proyecto Matria, el 39% de las mujeres asesinadas en Puerto Rico mueren en su casa, en la de un familiar o en la de la persona agresora. Además, el peligro del confinamiento ha incrementado la urgencia de que el gobierno de Puerto Rico asegure medidas que actúen rápida y diligentemente ante la emergencia por violencia machista que estamos viviendo.

Según el Observatorio de Equidad de Género, hasta el 17 de noviembre de 2020, en Puerto Rico han ocurrido 52 feminicidios.

Feminicidios directos: 44

- 15 íntimos (incluye 2 feminicidios vinculados, 1 secuestro-posterior asesinato, 1 reclasificado)

- 6 trans-feminicidios

- 21 bajo investigación/sin información (4 -no signos violencia, 1 -no causa muerte)

- 2 familiar

Feminicidios Indirectos: 10

- 8 indirectos (incluye 2 menores de edad – 1 caso sin información)

La violencia de género no se limita a las mujeres sino que incluye los crímenes de odio LGBTTIQ. Según el activista Pedro Julio Serrano, en los pasados 22 meses, se han registrado 12 víctimas fatales de la comunidad LGBTTIQ+ en el País.

¿Qué problemas siguen enfrentando las mujeres cuando van a la Policía por una agresión doméstica?

Particularmente en la primera respuesta del Estado ante un episodio de violencia de género, que es aquella que prestan los cuerpos policiales en Puerto Rico, las personas sobrevivientes de violencia doméstica y quienes les acompañan (intercesoras, manejadoras de casos, otras) enfrentan una serie de barreras que limitan significativamente su capacidad para acceder a las protecciones que necesitan. Algunas de las que hemos identificado como parte de conversaciones con intercesoras y manejadoras de casos han sido:

  • Procesos re victimizantes

  • Falta de adiestramiento de personal (policías, fiscales, jueces)

  • Desconocimiento del tema, del manejo adecuado y sobre referidos a servicios

  • Falta de empatía y confidencialidad

  • Inestabilidad en los procesos “Se pasan la papa caliente”

  • Comentarios machistas en los espacios de servicio

  • Desconocimiento en las diferencias entre violencia doméstica y acecho

  • Actitudes de juicio hacia víctimas: “Algo debe haber hecho”

  • En muchas ocasiones, la Policía no ofrece seguimiento a los casos

  • Problemas para presentar violación en órdenes de protección

  • Servicios de unidades especializadas que a veces quedan distanciadas del pueblo donde ocurrió la agresión

  • Algunas salas están cerradas de noche y fin de semana y es necesario transportarse más lejos.

  • En las regiones alejadas de la capital los servicios para referidos son mucho más limitados

  • Procesos complicados: La Policía tiene temor al COVID-19 y nuevos protocolos de distanciamiento

    Constantemente, estas trabas pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte para una víctima de violencia de género. Por eso insistimos en que el gobierno de Puerto Rico se comprometa a eliminar esas brechas.

¿Ir a la Policía a denunciar a un agresor?

El problema de la violencia de género NO es ajeno a la Policía. Particularmente la violencia doméstica entre miembros de la Policía de Puerto Rico es severa y alarmante.

Según información publicada en el portal web de la Policía de Puerto Rico, en lo que va de año, la agencia alega haber recibido 40 querellas administrativas por violencia doméstica ejercida por sus propios miembros. De esas 40, más de la mitad (22) aún están pendientes de investigación. Este número de querellas a esta fecha nos resulta extremadamente bajo, si se compara con las 71 que había en 2018 para esta misma fecha y con las 99 que se registraron en todo el año 2017. Bien pudiera haber un problema de subreporte de la Policía, algo habitual en esa agencia. De lo contrario, la ciudadanía también podría estar enfrentando obstáculos para presentar las querellas administrativas durante la pandemia.

Información publicada por la Policía de PR en su portal web.

Información publicada por la Policía de PR en su portal web.

La Policía debe poder comprobar que ha podido establecer mecanismos internos, robustos y confiables de rendición de cuentas para abordar este fenómeno de violencia entre su personal. También debe publicar los datos de las convicciones entre estos agentes agresores y las medidas tomadas para asegurar que la impunidad ante estos casos no sea la norma.

En el año 2017, por ejemplo, con 99 querellas por violencia doméstica contra policías estatales, ninguno de los casos resultó en convicción, mientras que el 14% de las denuncias de violencia doméstica en la población general resultan en condenas, según estableció el propio monitor federal de la Policía en un informe de 2018. Estas estadísticas presentaban un hallazgo que, a juicio del entonces monitor, “debió haberse discutido extensamente en el informe de la Policía pero no se hizo”. A nosotros en Kilómetro Cero, esto nos sugiere un problema extremo de impunidad e indiferencia en la jefatura de la Policía de Puerto Rico.

Es urgente que se atienda con estrategias diversas. ¿Por qué? Porque la Policía se supone sea la primera línea de defensa y protección del Estado para las sobrevivientes de violencia doméstica. ¿Cómo estas personas van a sentirse seguras acudiendo al cuartel a buscar protección si en la agencia hay un problema alarmante de la violencia doméstica? ¿Qué confianza pueden depositar en una agencia donde NO hay consecuencias para los policías agresores de violencia doméstica?

Como sociedad, nos corresponde acompañarnos y cuidarnos, particularmente en esta otra pandemia que es la violencia de género, dentro de la pandemia del COVID-19.

HOY, día de No Más Violencia Contra la Mujer, súmate a estos reclamos!

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#AgitaYTransforma #LaOtraPandemia

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