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Los encierros en casa pueden ser peligrosos para algunas personas, mayormente las mujeres vulnerables a la violencia de género. El 39% de las mujeres asesinadas en Puerto Rico mueren en su casa, en la de un familiar o en la del agresor. Así lo documentamos en nuestro informe La persistencia de la indolencia: feminicidios en Puerto Rico 2014-2018.

Otro de nuestros hallazgos en el mismo informe fue que, durante la emergencia del huracán María, los feminicidios íntimos aumentaron considerablemente. Ante la pandemia del Covid-19 y el aislamiento que se busca con el toque de queda, podemos inferir que la otra pandemia, la violencia de género, aumentará.

Al menos una de cada tres mujeres ha sufrido en algún momento de su vida violencia física o sexual, principalmente por parte de su pareja. Esto lo convierte en una pandemia, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). Desde el año 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la violencia contra la mujer es “un problema de salud global de proporciones epidémicas”. Es por esto que decimos que la violencia de género ES una pandemia.

NO podemos abandonar a las mujeres y personas en situación de violencia de género en este momento. Durante el toque de queda, el plan de seguridad no puede reducirse a arrestar o denunciar a toda persona que esté en la calle. El plan del Estado y de la Policía debe incluir:

1. Fortalecer las Unidades Especializadas de Violencia Doméstica de la Policía de PR.
2. Garantizar la respuesta oportuna de la Policía a los llamados de emergencia y explicarle al País cómo se garantizará esa respuesta.
3. Crear sistemas de alerta y divulgar información para que haya confianza en denunciar y se sepa dónde y cómo hacerlo. En el aislamiento, esto requiere de medios innovadores (palabras clave, chats, mensajes de texto, mensajes en farmacias y supermercados).

El gobierno de Puerto Rico debe, además, considerar algunas recomendaciones internacionales que pueden aportar al mejor manejo de esta emergencia.

Sugerencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU):

• Aumentar inversiones en servicios en línea y el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil.
• Asegurarse de que los sistemas judiciales sigan enjuiciando a los maltratadores.
• Crear sistemas de alerta de emergencia en farmacias y supermercados.
• Declarar los albergues como servicios esenciales.
• Encontrar formas seguras para que las mujeres puedan buscar apoyo, sin poner sobre aviso a sus maltratadores.

Como sociedad, nos corresponde acompañarnos, cuidarnos y velarnos en la pandemia que es la violencia de género, dentro de la pandemia del COVID19 y ante los procesos extremos de restricción de libertades.

Es nuestra tarea abogar porque el Estado asuma sus responsabilidades.

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