Qué hacemos

Kilómetro 0 aspira a un Puerto Rico donde el Estado proteja la vida humana, las libertades y la dignidad en la búsqueda de la seguridad pública, para una sociedad más democrática y justa.

 

  • Impulsamos una cultura de rendición de cuentas y supervisión ciudadana en la Policía de Puerto Rico. Documentamos el uso de fuerza de la Policía y los excesos del Estado contra las personas, con una perspectiva salubrista y de derechos humanos.

 

  • Abogamos por la recolección y publicación de datos y estadísticas confiables sobre el trabajo policiaco y sus interacciones con la ciudadanía.

 

  • Capacitamos a personas y comunidades sobre nuestros derechos y cómo supervisar las acciones de la Policía.

 

  • Apoyamos redes y alianzas que promueven la rendición de cuentas y la perspectiva de derechos humanos en las agencias de la seguridad pública y los sistemas de justicia.  

 
 

“Va a sonrojarse mucha gente si la Policía cumple con su deber”.

-True Confessions

 
18359450_1395769133795791_4907591129524577729_o.jpg
 

Nuestra historia

¿Cómo es posible que el Estado mate, agreda, cause daños graves a sus ciudadanos, violente sus derechos y no hayan consecuencias? ¿Cómo es posible que además ni siquiera tengamos acceso a la información sobre estas muertes y agresiones? ¿No se supone que el Estado proteja y garantice nuestros derechos? ¿Se puede aspirar a vivir en democracia cuando tanta gente muere a manos del Gobierno?

Nuestro trabajo inició en 2014 desde Espacios Abiertos (EA), que entonces era una organización recién nacida. La ACLU de Puerto Rico participó en la creación de Espacios Abiertos, trayendo a nuestra atención la necesidad de que la ciudadanía se insertara en el proceso de reforma de la Policía de Puerto Rico, cada quien desde su perspectiva. Así fuimos capacitándonos y desarrollando un trabajo de supervisión y denuncia ciudadana desde el ángulo de la transparencia y la rendición de cuentas. Participamos en la creación y desarrollo del Grupo Comunitario de Trabajo de la Reforma de la Policía (GRUCORPO), establecimos redes amplias de colaboración y desarrollamos algunos proyectos como estos:

Desde entonces, seguimos haciéndonos muchas preguntas: ¿Cómo la Policía puede encaminar exitosamente o desvirtuar los casos criminales y la búsqueda de justicia en nuestra sociedad? ¿Cómo el brazo de fuerza del Estado tratará a los más vulnerables: personas sin hogar, inmigrantes, miembros de las comunidades LGBTTIQ, víctimas de delito, usuarios de drogas, pacientes de salud mental, personas con diversidad funcional, víctimas de violencia doméstica, de agresiones sexuales, etc? ¿Alguna vez podremos dormir tranquilas y confiar en que, en nuestra comunidad, habrá un plan efectivo, constitucional y participativo para combatir la inseguridad? 

Y si decidimos protestar por políticas públicas injustas que nos afectan: ¿tendremos que meternos en un revolú de policías? ¿Habrá que preguntarse si será peligroso, si me tirarán gases lacrimógenos, si podrían arrestarme? ¿O podremos salir a ejercer nuestro derecho a la protesta sin sentirnos intimidados por el Estado y su Policía? 

Estas son algunas de las preguntas que intentamos contestar mediante nuestro trabajo, buscando nuevas ideas y tendiendo puentes y alianzas con toda la gente y los grupos que aspiran a vivir en una verdadera democracia e imaginan una Policía muy distinta para Puerto Rico.

 

 
17991369_1372278002811571_6624400101051070799_o.jpg
 
 
 

¿Cómo el Estado tratará a nuestros hijos en la calle?

 
22051270_1531380086901361_8208086530987880838_o.jpg
 

¿Por qué Km0? 

En Km0, constantemente nos preguntamos cómo la Policía tratará a nuestros hijos en la calle, cómo a las personas sin hogar, a inmigrantes, comunidades LGBTTIQ, víctimas de delito, pacientes de salud mental, usuarios de drogas, mujeres víctimas de violencia doméstica o de agresiones sexuales. ¿Respetará sus derechos y su dignidad?

La lucha por otra Policía para Puerto Rico es también una lucha contra los excesos que comete el Estado contra la ciudadanía que, aunque se supone tenga el poder, al menos en nuestro país, tiene recursos limitados para ejercerlo. Es, en esencia, una lucha por la reivindicación de nuestra sociedad hacia una realmente democrática.